Quién es Amer Mohamed Akil Rada, el agente de Hezbollah que fue clave en la logística para el atentado a la AMIA
El líder del clan Akil Rada fue sancionado por Estados Unidos por sus vínculos con el narcotráfico y el terrorismo en América Latina
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones a importantes agentes operativos y facilitadores financieros del grupo terrorista Hezbollah que operan en Sudamérica y el Líbano. Entre los sancionados se destaca Amer Mohamed Akil Rada, líder del clan Akil Rada y figura clave en la logística para perpetrar el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires.
En diálogo conInfobae, Joseph M. Humire, experto en seguridad global y director ejecutivo del Center for a Secure Free Society (SFS), dio detalles del clan Akil Rada, vinculado a Hezbollah, y de las diferentes operaciones que ha realizado en las últimas décadas Amer Mohamed en América Latina.
Además del atentado a la AMIA, donde ayer el embajador de EEUU en Argentina Marc Stanley encabezó un acto a 22 años de los atentados del 11 de septiembre, Amer Mohamed también estaba sospechado de estar vinculado al ataque contra la embajada de Israel en 1992, también en la capital argentina.
Humire detalló que el líder del clan ingresó a Argentina desde la Triple Frontera por tierra, transportando unas maletas donde ocultaba explosivos. Según la información del experto, Amer Mohamed movilizó los detonadores que serían utilizados con los explosivos. “Él conecta con otras redes que ya estaban activas desde Buenos Aires; usan este material de explosivos para el atentado contra la embajada, y después tengo entendido que también Amer Mohamed se encarga de ocultar este material explosivo”.
Amer Mohamed Akil Rada fue clave en la logística del atentado a la AMIA en 1994
“Él oculta eso en un parque en Buenos Aires; ocultan todo bajo tierra porque no lo van a sacar del país y como indican las informaciones, tenían en mente hacer otros atentados, y eso te lleva al atentado a la AMIA. Los mismos materiales que se utilizaron en 1992 para el atentado contra la embajada se utilizaron en 1994 para el atentado contra la AMIA”, agregó Humire, quien destacó que esto convierte a Amer Mohamed en “una figura clave en la logística que se manejó” para los atentados.
El líder del clan Akil Rada también tenía un estrecho lazo con Salman Raouf Salman, cabeza de Hezbollah en América Latina y uno de los más altos operadores del grupo terrorista en su brazo clandestino de la Unidad 910, el principal operador encargado de la logística y la operación para los atentados contra la AMIA y la embajada israelí en Buenos Aires.
“Salman Raouf Salman y Akil Rada trabajaron directamente juntos para el atentado contra la AMIA. Más recientemente, han tenido contacto en los últimos 10 años para realizar operaciones conjuntas. Especialmente desde Colombia”, afirmó Humire.
Amer colaboró estrechamente con Salman, también sancionado por Estados Unidos, para llevar a cabo actividades de vigilancia y reconocimiento en toda Sudamérica en nombre de Hezbollah.
El clan Akil Rada opera para Hezbollah en América Latina (REUTERS/Aziz Taher)
Fuerte presencia en América Latina y sus vínculos con la dictadura venezolana
Según indicó el experto en seguridad, Akil Rada “es un clan muy fuerte en lo que se llama la convergencia de terrorismo y narcotráfico en América Latina vinculado directamente a Hezbollah”. Sus miembros provienen de una familia libanesa, que llegó a Colombia, y luego se mudaron a Venezuela. Desde ahí manejaron diferentes operaciones en América Latina: algunos se movilizaron hacia Brasil, Paraguay y Argentina, mientras que otros miembros del clan fueron a Panamá, El Salvador, Belice y México.
Además de las diversas empresas comerciales que coordinaba para Hezbollah, Akil Rada, que reside en el Líbano, también manejaba la exportación de carbón vegetal de Colombia a Líbano. “El carbón es utilizado muchas veces para camuflar envíos de cocaína, porque puede neutralizar la detección de olor. Ha sido una táctica utilizada por varios narcos”.
El embajador Stanley junto a integrantes de la AMIA en el acto por el aniversario del atentado del 11 de septiembre
El clan liderado por Amer Mohamed fue uno de los primeros en utilizar la industria del carbón, principalmente entre Panamá, Colombia, Venezuela y Líbano. Cuenta con diversas empresas en Barranquilla (Colombia), Valencia (Venezuela), Ciudad de Panamá (Panamá), Belice, y en México.
Hasta el 80% de los ingresos de las actividades comerciales del clan beneficiaron a los terroristas de Hezbollah.
También fue un alto operativo de la Organización de Seguridad Exterior (ESO) de Hezbollah, responsable de las operaciones extraterritoriales del grupo.
Humire remarcó que el clan “también es muy importante en los aspectos de lavado de dinero que vincula a China con Irán”: “Ellos montan empresas en China, hacen la importación y exportación con Venezuela, con Colombia, y después usan ese mecanismo para lavar dinero de actividades como el narcotráfico, pero también de lo que pudiera ser evasión de sanciones de países sancionados como Venezuela”.
El clan Akil Rada maneja el negocio de las criptomonedas en Venezuela
En la actualidad centra sus operaciones en las criptomonedas. Venezuela fue uno de los primeros países en tratar de oficializar la implementación de las criptomonedas en su sistema de pagos. De acuerdo al director del Center for a Secure Free Society, parte de esa implementación ha sido manejada por empresas vinculadas al clan Akil Rada. BCI Technologies, con sede en Venezuela y dirigida por Samer Akil Rada, hermano de Amer, es una de esas empresas. Está vinculada también a los narcotraficantes de Paraguaná, en el norte del país caribeño.
Samer también fue incluido en las sanciones de Estados Unidos. Humire comentó que este operador de Hezbollah fue muy activo en trabajar directamente para este esquema de criptomoneda en Venezuela. Esas actividades lo llevaron a trabajar con Tareck El Aissami, ex ministro de Petróleo de Venezuela. Pero el experto en seguridad destacó que, más allá de El Aissami, este esquema “está vinculado directamente con Nicolás Maduro”. “Hay otras personas que están en el gobierno de Venezuela y que son muy relevantes para esta actividad”.
“Cuando El Aissami renunció como ministro de Petróleo, había una narrativa falsa y llevada por diferentes partes que dicen que El Aissami no es relevante para estas actividades. Eso es completamente falso porque, a pesar de que El Aissami renunció, y el jefe de criptomonedas fue arrestado, los operadores que estaban implementando esos mecanismos, parte de ellos vinculados a este clan Akil Rada, todavía están en operación”, añadió el experto en seguridad global, autor del informe “El nexo Maduro Hezbollah: cómo las redes apoyadas por Irán apuntalan al régimen venezolano” que fue presentado por el Atlantic Council.
Samer también es señalado como el operador del clan para Centroamérica, principalmente en países como Belice, El Salvador y México. Además de las actividades vinculadas al narcotráfico, Humire hizo referencia a sus esfuerzos por “contaminar los medios de comunicación, porque estaban empezando a montar redes digitales vinculadas a medios”.
Mahdy Akil Helbawi, hijo de Amer, lleva a cabo actividades empresariales en Colombia en nombre de su padre, probablemente en un intento de eludir la detección y las sanciones. Helbawi es el director general de Zanga S.A.S., una empresa carbonera con sede en Colombia que ha sido el principal proveedor de entidades de esta red de Hezbollah.