Un homenaje a Jorge Rosemberg
Por Luis Gabriel Barrionuevo
4 liras
Arba! arba liret!, arba! arba!, gritando en una de las callejas de Jerusalén, un hombre en harapos, mostraba impetuoso una planta de cannabis, yo escuchaba las anécdotas lejos, en el Mishki Mayu, un barrio que seguro está en la Santiago Celeste que él ya adivinaba. Las historias de Míster Gluck, traídas en un amarillento diario una vez más…Jorge Rosenberg nos trajo la década del sesenta en entregas coleccionables, en el mismo paquete las razones por las que deberíamos volver a ese tiempo, y el único camino que nos dejó es la relectura de sus valiosos escritos, donde con gracia nos trae a Kid Sungo y a Dido Silvetti enfrentándose en el Inti Club o en el Coliseo Romano. Al sumar palabra tras palabra, me doy cuenta que no puedo encerrar a semejantes palabras, las de el, en un homenaje de alguien que solo admira a su maestro ausente, y que debería hacer un mejor esfuerzo por recordarlo…un Caballito Blanco, un cigarrillo de risa, y las librepensadoras, esas ingratas que nos han dejado atónitos, ahí sentados en El Barquito…
Señor…usted qué es?, le preguntaron una vez, rápido y sin embajes le contesta:”yo… soy poeta…, y vaya que lo era, era capaz de transformar un momento de mucha tensión en risas que se volvían rosas… una vez creímos ver a Borges cruzando la Belgrano: che George, míralo a tu tocayo, le digo, me devuelve una de esas miradas de loco y me dice: “cuánto le has quedado debiendo que te anda buscando?…
En el Barrio Autonomía se habían reunido los vecinos, querían hablar de problemas edilicios, los departamentos se estaban rajando y las constantes quejas de los vecinos, llevaron este planteo ante el cura párroco del barrio, a quien el Zoco, midiéndolo le espeta: “Padre…cómo anda ese monoteísmo?”… nos dejó como dados en el cubilete a Gallito, Cachete y el Rincón de los Artistas rodando en el paño celeste y blanco del pensamiento… la foto con la uzzi, memorias del verano del 68…el hombre más santiagueño del mundo…
Arba! arba! Gritaba y ofrecía… ahí nomás le digo: “Chango porque gritas así?… te va agarrar afonía!… orge Rosenberg un abrazo grande a la Gloria….