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Regazzoni alerta: “Un millón de chicos se acuesta con hambre, el sistema de salud está quebrado”

El extitular del PAMI Carlos Regazzoni, advirtió sobre el colapso del sistema de salud pública en Argentina y denunció una mala asignación de recursos. “Un millón de chicos se va a dormir con hambre y al día siguiente va a la escuela”, afirmó.

El conflicto en el Hospital Garrahan volvió a poner en agenda el deterioro estructural del sistema de salud en Argentina. En diálogo con Rivadavia AM 630, Regazzoni trazó un diagnóstico crudo y documentado sobre la situación sanitaria del país, con datos que evidencian el colapso generalizado del sistema hospitalario y la mala distribución de los recursos públicos.

La salud pública en Argentina está en crisis. Y esto no comenzó ahora. El sistema se deterioró gravemente desde la pandemia, y hoy tenemos una bomba de tiempo que terminó estallando”, explicó Regazzoni. “No sólo hay un problema de salarios y presupuesto, sino que además tenemos más enfermedades, más demanda, y menos recursos”, agregó.

Al hablar del Garrahan, el hospital pediátrico más importante del país, el exfuncionario fue contundente: “Este año el Garrahan va a gastar 190 mil millones de pesos. Es exactamente el mismo presupuesto que tiene la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires para sesionar y sacar diez leyes por año. Y la legislatura de la provincia de Buenos Aires gasta el doble: 300 mil millones”.

La Defensoría del Pueblo de la provincia y el Consejo de la Magistratura cuestan como cinco institutos. Es un disparate que viene de años. No podemos seguir ignorando esto como si no existiera”, advirtió.

Una salud pública desbordada

Regazzoni señaló que el sistema de salud argentino está desorganizado y colapsado. “Hoy hay paros en el Garrahan, el Clínicas, el Posadas, y en toda la provincia. Obras sociales como IOMA no mandan ambulancias. La consecuencia es directa: más muertes”, dijo.

“La salud pública está recibiendo cada vez más gente que cae del sistema privado y de las obras sociales, que ya no dan respuesta. La demanda aumenta, pero no así el presupuesto. Mientras tanto, el sistema sigue ineficiente y fragmentado”, alertó.

También apuntó contra la descentralización de la salud durante el menemismo: “Fue un desastre. Las provincias asumieron responsabilidades que no pudieron sostener, y ahí se metió la mala política en los hospitales. Hay clientelismo, corrupción y descontrol”.

El drama silencioso: la salud bucal y la malnutrición infantil

Entre los datos más alarmantes que compartió, Regazzoni destacó la crisis de salud bucal en niños y jóvenes. “El 4% de los jóvenes en Argentina tiene menos de 20 dientes a los 20 años. Eso es una dentadura no funcional. Ya no se pueden hacer implantes. Sólo prótesis. Y los implantes cuestan 5 o 7 millones por diente”.

“La Argentina tiene la peor crisis de dentición de América Latina. Y eso tiene que ver con la pobreza, la malnutrición, la falta de prevención en la escuela, y también con el consumo de drogas”, dijo.

Además, denunció que la desnutrición afecta el desarrollo físico: “Hace 25 años que los argentinos dejamos de crecer en estatura. Y la obesidad infantil sigue creciendo. En las escuelas públicas, el 35% de los chicos tiene sobrepeso”.

Vacunación, enfermedades prevenibles y el rol de la escuela

“La escuela es el lugar donde deberían detectarse y prevenir muchas de estas problemáticas. Pero hace 30 años que no se hace nada”, señaló.

También advirtió sobre el deterioro del calendario de vacunación: “En Argentina hay un 15 o 20% de adultos que no tienen cobertura contra el sarampión. Y eso que es una vacuna que está en el calendario obligatorio”.

El edificio público donde más tiempo pasás en tu vida es la escuela: 4 horas por día, 180 días al año, durante al menos 7 años. Y no hacemos nada con eso. Ahí empiezan las enfermedades, los trastornos alimentarios y las adicciones. Y nadie lo está abordando”, lamentó.

La salud en Argentina es 30% menos eficiente que en Brasil o Chile. Si allá salvar una vida cuesta tres pesos, acá cuesta cinco. Eso es ineficiencia. Se repiten estudios, las ambulancias llegan tarde, no hay historia clínica única. Todo se traduce en muerte”, explicó.

También denunció la caída de la expectativa de vida: “En Estados Unidos, que gasta el doble que Alemania en salud, tienen cuatro años y medio menos de esperanza de vida. Nosotros no estamos lejos de eso. Lo privado no soluciona estos problemas. La solución es más recursos, pero también más organización y control”.

Tenemos médicos brillantes, una tradición en medicina y capacidad instalada. Pero sin recursos y sin reorganización, no hay futuro”, concluyó Regazzoni.

Y cerró con un dato contundente: “Mientras discutimos si suben o no los salarios en el Garrahan, la Legislatura provincial gasta el doble que el hospital. Esa es la verdadera enfermedad de Argentina: la mala política”.