Los tres motivos por los que Mascherano seguirá como DT de la Selección Argentina Sub-20
La candidatura del país para organizar el Mundial de la categoría le dará una nueva chance al Jefecito, que había amagado con renunciar tras el fracaso en el Sudamericano.
La probable oficialización de Argentina como organizador del Mundial Sub 20, le dio a Javier Mascherano la posibilidad de seguir al frente de la Selección, después de no haber podido clasificar en el Sudamericano que se jugó en Colombia. El Jefecito, que había amenazado con renunciar tras el fracaso deportivo, repensó su postura y volverá al cargo.
Fueron claves los deseos del presidente de AFA, Claudio Tapia, apoyados por el entrenador de la selección mayor, Lionel Scaloni, para que Mascherano reviera su postura inicial de abandonar la conducción del Sub-20 después de quedar eliminado en primera ronda del Sudamericano de Colombia.
Este es también el mejor indicio de que Argentina será oficializada, posiblemente en estos días, como organizadora de la Copa del Mundo Sub-20, ya que de lo contrario, Mascherano no tendría nada por dirigir.
Por lo pronto y de acuerdo con lo hablado con Mascherano, las prácticas con futbolistas del plano local comenzarían después de la undécima fecha de la Liga Profesional que se llevará a cabo los días martes 11, miércoles 12 y jueves 13 de abril.
Claro que después la Selección Argentina tendrá la posibilidad de reforzarse con los futbolistas que actúan en el exterior, comenzando por el atacante de Manchester United, Alejandro Garnacho, que se está recuperando de una lesión en el tobillo izquierdo.
Matías Soulé, de la Juventus, así como los hermanos Valentín y Franco Carboni, que también actúan en el fútbol italiano, o Facundo Buonanotte, el ex Rosario Central hoy compañero de Alexis Mac Allister en el Brighton and Hove inglés, son algunos de los nombres que se sumarían al nuevamente “equipo de Mascherano”.
Argentina ganó seis veces este certamen, en los años 1979, 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007. En el primero de ellos, en Japón, venía de consagrarse por primera vez campeón del mundo en mayores el año anterior, y esta sería su segunda oportunidad como anfitrión después de la de 2001, en la que también se llevó el título.