El gobierno se niega a implementar el nuevo índice de precios del Indec, que podría revelar una inflación más alta
El organismo ya tiene lista una actualización metodológica que incluye cambiar la vieja canasta de consumo de 2004 por una mucho más moderna. En la Rosada dicen que prefieren esperar a que “la situación esté estable” para aplicarlo.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, adelantó que la actualización de la metodología con que el Indec calcula su índice de precios deberá esperar algunos meses más. La demora siembra dudas sobre la validez de las cifras de inflación con que el gobierno mide el éxito de su programa económico.
En una de las respuestas que dio durante su visita a la Cámara de Diputados para ofrecer el informe de gestión que marca la Constitución, el funcionario dijo que el titular del Indec, Marco Lavagna, planteó la necesidad de cambiar algunos ponderadores utilizados en el cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Sin embargo, la orden presidencial fue mantener todo como está «porque si cambiamos ahora van a decir que lo estamos haciendo para modificar el número que dé la inflación; esperemos a que pase este momento y cuando la situación esté totalmente estable analizamos y proponemos los nuevos ponderadores», fue la versión de Francos, sin precisar la duración estimada de «este momento”.

La cuestión es sensible porque el Indec realiza su cálculo en base a una canasta de bienes y servicios que refleja el consumo de la población en 2004, cuando se realizó la anterior Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo). Sus resultados quedaron anticuados ya que reflejan una radiografía social y económica de hace más de dos décadas.
El nuevo relevamiento se hizo entre 2017 y 2018, en una tarea conjunta con las direcciones de Estadística de todas las provincias, y refleja los cambios de consumo de la población en todo ese período. Entre otros ítems, se detectó un mayor peso en servicios y comunicaciones, que no tenían tanta importancia en la canasta familiar cuando la tecnología no estaba tan desarrollada. Eso hizo que en términos relativos, los alimentos y bebidas representen una proporción menor del gasto del hogar.
Ese cambio en los ponderadores es vital a la hora de medir la inflación, ya que en el último año los incrementos en servicios públicos, medicina prepaga, Internet y telefonía celular dieron un fuerte salto a partir de la desregulación de esos sectores. En paralelo, los alimentos y bebidas, que están sobrerrepresentados hasta que no se actualice el IPC, habían impulsado la inflación en 2023 pero crecieron por debajo del promedio en 2024.

Esa diferencia en el cálculo del índice, considerando los incrementos de cada división y categoría y estimando su incidencia según la ENGHo más actual, es lo que el economista Martín González Rozada llama “inflación latente”. Según el codirector de la Maestría en Economía de la Universidad Torcuato Di Tella, el 117,8% de inflación que midió el Indec para el año pasado podría haber sido de hasta 133,6% si se usaran las nuevas ponderaciones, con una diferencia de casi 16 puntos porcentuales y un resultado final bastante más cercano a la medición del gobierno porteño (136,7%), que usa una encuesta de gastos de los hogares realizada en 2022. En sentido contrario, en marzo último, donde hubo una fuerte suba de los alimentos, la inflación latente fue una décima menor al 3,7% oficial, según la estimación de González Rozada.
Con ese panorama, la utilización del nuevo índice desmentiría algunos hechos que el relato oficial da por ciertos, como la supuesta mejora de los salarios reales. El diputado radical Martín Tetaz alertó que “con los ponderadores del 2017-18 el salario real queda por debajo de noviembre 2023, lo que explica por qué el consumo masivo está 10% abajo de ese momento”.
Desde el Indec, por su parte, se limitaron a ratificar la respuesta entregada por escrito en el informe de la Jefatura de Gabinete, que señala que el organismo “finalizó en el mes de marzo de 2025 todos los desarrollos técnicos y metodológicos del nuevo IPC, así como también las consultas y los testeos técnicos para su implementación”, y están a la espera del visto bueno de las autoridades para darlo a conocer.