Cristina Kirchner asumió la conducción del proceso electoral y dejó a Alberto Fernández en la soledad de su presidencia
Durante un acto en repudio a los vuelos de la muerte ejecutados en la dictadura militar, la Vicepresidenta respaldó la candidatura de Sergio Massa y cuestionó la estrategia política que el jefe de Estado había diseñado para las PASO
Durante su discurso para recordar y condenar los vuelos de la muerte en la dictadura militar, Cristina Kirchner explicitó su decisión política de liderar el proceso electoral de Unión por la Patria e hizo su estocada final contra Alberto Fernández a 187 días de terminar su mandato presidencial.
La Vicepresidenta exhibió su respaldo total al candidato Sergio Massa y reveló la mayoría de los movimientos secretos que protagonizó para lograr una formula de unidad que permitiera derrotar la posición política del Presidente. Alberto Fernández pretendía Primarias, Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) con competencia, y CFK planteaba exactamente lo contrario.
“Sinceramente, como militante política, yo sostenía que era necesario construir una lista de unidad que nos permitiera abordar los problemas que tiene la sociedad, que son muy graves. Pero el Presidente de la Nación y de nuestro partido se embanderó con la idea de hacer una PASO”, opinó.
La titular del Senado abordó la disputa palaciega con el jefe de Estado desde una perspectiva de contexto histórico. Se ahorró comentar su mirada personal sobre Alberto Fernández y apuntaló su discurso sobre la comprensión del actual contexto histórico.
Además, explicó -desde su perspectiva- que el jefe de Estado no entiende la coyuntura y por eso insistía con la celebración de una interna entre fórmulas con funcionarios del Gobierno.
“Estaba la ministra de Desarrollo Social (Victoria Tolosa Paz) planteándole una interna a nuestro gobernador (Axel Kicillof) y a nuestro embajador en Brasil (Daniel Scioli), con todo derecho, presentándose para presidente”, describió la Vicepresidenta.
Desde esta posición, Cristina Kirchner enumeró que los gobernadores peronistas, intendentes del conurbano y la Confederación General del Trabajo (CGT) estaban dispuestos a respaldar su postura y, a contrario sensu, se pudo entender durante su relato que Alberto Fernández quedaba en minoría y en obvia debilidad estructural.
En su discurso en Aeroparque, la ex mandataria reconoció que había vaciado la influencia interna del jefe de Estado y había jugado un Gambito de Dama para ocupar el centro del tablero y cambiar la inercia de las cosas en Unión por la Patria.
Eduardo “Wado” de Pedro, Juan Manuel Olmos, Jorge Taiana, Malena Galmarini, Carlos Zannini, Juan Mena, Martin Soria y Agustín Rossi, entre otros, no dejaban de aplaudir, asentir con la cabeza y sonreír con natural complacencia.
El ministro de Economía llegando al acto que encabezó junto a CFK para repudiar los “vuelos de la muerte” de la dictadura militar (Nicolas Stulberg)
Pero el movimiento sísmico de Cristina Kirchner tuvo un actor principal: Sergio Massa. El ministro de Economía siempre había planteado que Alberto Fernández estaba errado en su estrategia electoral y que era indispensable que Unión por la Patria tuviera una sola fórmula en las PASO. La presidenta validó la posición de Massa y aceptó sacrificar la nominación de “Wado” de Pedro.
El ministro del Interior es un militante y se plegó a la posición de su jefa política. La Vicepresidenta buscaba una fórmula de unidad y su alfil en el Gabinete no iba a pasar el filtro de Alberto Fernández. De Pedro y el jefe de Estado se odian mutuamente, y CFK buscaba una alquimia efectiva.
El ministro entendió el cálculo electoral de la Vicepresidenta. Y ella lo explicitó durante su discurso: “Lo quiero rescatar (a De Pedro) por sus valores, su convicción, su apoyo a un proyecto colectivo; es de muy pocos, poquitísimos, les diría”.
Cristina Kirchner había alineado las piezas y facilitaba las gestiones de Juan Manuel Olmos. El vicejefe de Gabinete transitaba en silencio desde el Senado a la quinta de Olivos y enhebraba acuerdos parciales para llegar al resultado final. Massa fue indispensable para diseñar la fórmula de la unidad; Olmos fue clave para acumular masa crítica, convencer a Alberto Fernández y aplacar los egos adentro del peronismo tradicional.
La ex jefa de Estado reveló en su discurso que tendrá la conducción de la estrategia electoral de Unión por la Patria. Y que confía en la voluntad política del ministro de Economía. Lo verbalizó a su estilo, en medio de chicanas y alegorías encubiertas. Massa conoce su lógica de poder y reconoce su método para tomar decisiones.
Hay gente que puesta, y está bien apostar, porque para ganar hay que apostar”, expreso CFK para describir la personalidad del ministro de Economía, durante un tramo de su discurso en Aeroparque.
Alberto Fernández y Lula da Silva durante su encuentro oficial en Brasilia
Cristina Kirchner levantó el último telón que le quedaba al Gobierno. La Vicepresidenta se puso en el centro del escenario y colocó en sus flancos a Sergio Massa, Máximo Kirchner, Agustín Rossi, Juan Manuel Olmos, los gobernadores, la CGT y los intendentes. Pretende que Alberto Fernández expire su mandato en bambalinas. En Brasilia -adonde está el jefe de Estado- juraron que eso no sucederá.