EconomíaLo Último

Dólar: cuál será el precio después del balotaje y cómo es el plan de Massa para salir del cepo

El equipo del ministro de Economía y candidato presidencial trabaja en la reducción de la brecha cambiaria para después de la elección

El ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, descartó este domingo una nueva devaluación del tipo de cambio oficial tras el balotaje y aseguró que se retomará el crawling peg desde el 15 de noviembre, con un salto inicial de $3,53 que llevará el dólar mayorista a 353,53 pesos ese día. En caso de ganar las elecciones, en el Palacio de Hacienda se imaginan una “reducción gradual” de la brecha cambiaria a partir de sumar reservas a partir de mayores exportaciones, reducir el déficit fiscal, renegociar la deuda y nuevos mecanismos de financiamiento a los que accedería la Argentina, esperan, de la mano de un nuevo Gobierno. El objetivo es salir del cepo a finales del 2024.

La principal duda que mantiene el mercado de cara a las próximas elecciones es cuál será el futuro del mercado cambiario en lo que queda del 2023 y durante el año que viene. El resultado del balotaje del 19 de noviembre que enfrentará a Massa y al candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, será un factor clave para resolver esa ecuación.

Según pudo saber Infobae de altas fuentes oficiales, en el equipo del ministro de Economía son optimistas respecto a la posibilidad de generar las condiciones para normalizar rápidamente el mercado de cambios. “Tenemos que construir un mecanismo de reducción gradual de la brecha cambiaria en base a sumar reservas con mayores exportaciones y avanzar hacia el superávit fiscal. No solo se baja con devaluaciones, sino que los precios de pánico en los dólares paralelos de las últimas semanas pueden caer”, sostuvieron desde la cartera económica.

La caída de la brecha que imaginan en Economía, la cual a pesar del alivio de las últimas semanas ronda el nivel récord del 150%, tendrá un carácter “secuencial” en el que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) suma reservas a medida que se reduce el gap entre el tipo de cambio oficial y los paralelos. El problema de la situación actual es que los importadores tienen incentivos para hacerse de la mayor cantidad de mercadería a un tipo de cambio “barato” y los exportadores a retrasar la liquidación de sus divisas, en medio de expectativas devaluatorias que presionan al alza la inflación.

La mayor disponibilidad de divisas, entienden en Economía, se daría en el marco de condiciones más favorables para el campo luego del desplome en exportaciones de US$21.000 millones que generó la sequía, menores importaciones de combustible gracias a la puesta en marcha del Gasoducto Néstor Kirchner, un calendario de vencimientos menos exigente y algunos mecanismos de financiamiento en los que trabaja el Palacio de Hacienda. Sobre este último punto, la premisa es que un nuevo Gobierno tendrá la posibilidad de retomar el acceso al crédito si genera las expectativas necesarias.

El secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein, dio algunas pistas en ese sentido durante su participación en la quinta edición del Summit Forbes Reinventando Argentina a finales de septiembre. “Siempre puede haber préstamos financieros. No digo los US$60.000 millones de los que habla Milei que parece una cosa super fantasiosa. La Argentina puede llegar a conseguir US$5.000 o US$10.000 millones para fortalecer el respaldo de su moneda. Eso habrá que trabajarlo desde el día uno”, detalló el viceministro.

Según Rubinstein, la Argentina puede llegar a conseguir US$5.000 o US$10.000 millones para fortalecer el respaldo de su moneda.Según Rubinstein, la Argentina puede llegar a conseguir US$5.000 o US$10.000 millones para fortalecer el respaldo de su moneda.

Tal como explicó Massa este domingo en una entrevista televisiva, su intención en caso de ser elegido presidente es llegar a finales del año próximo sin cepo cambiario. “Lo vamos a levantar cuando termine el ejercicio 2024 y tengamos la suficiente cantidad de reserva de dólares como para que el flujo de comercio sea libre”, sostuvo el ministro.

“Sobre todo porque el año que viene es un año bueno en términos de que las exportaciones pueden ser muy buenas, pero, además, hay bajo nivel de vencimiento de deuda. El año que viene el FMI son sólo 5 mil y pico de millones y la deuda con bonistas privados no representa lo que representa en 2025?, agregó.

Por otro lado, el titular del Palacio de Hacienda descartó una devaluación del tipo de cambio oficial tras la segunda vuelta electoral y reiteró que desde el 15 de noviembre se retomará el crawling peg tal como figura en el proyecto de Presupuesto 2024. “El primer día del crawl son 3,53 pesos, para aquellos que especulan con el dólar futuro”, anticipó.

Luego del salto discreto del 22% que aplicó el Gobierno el lunes siguiente a las PASO, que fijó el dólar oficial a $350, generó un salto inflacionario que licuó rápidamente la mejora en la competitividad. Con una inflación que viajó al 12% mensual entre agosto y septiembre, el dólar oficial llegará al balotaje del 19 de noviembre con un retraso cercano al 30% respecto al lunes posterior a las primarias.

El tipo de cambio real llegará a la segunda vuelta electoral un 31% por debajo del lunes posterior a las PASO

El tipo de cambio real llegará a la segunda vuelta electoral un 31% por debajo del lunes posterior a las PASO

Eso implica una apreciación del peso, en contraste con el nivel que el FMI calificó “de equilibrio” en su última revisión con la Argentina en agosto, en donde el organismo pidió un salto cambiario en esa magnitud para liberar el desembolso de US$7.500 millones. La próxima evaluación, de la que depende un giro al país por US$3.300 millones, será tras las elecciones y habrá que esperar para saber si una nueva devaluación será una “prior action” para liberar los fondos.

La fragilidad de la macroeconomía se acentúo en estos últimos meses, por lo que los analistas consideran que será inevitable una nueva corrección cambiaria. En ese sentido se manifestó la consultora Equilibra, de Martín Rappetti y Diego Bossio: “Con un stock de reservas netas negativo en casi US$ 10.000 millones y servicios de deuda en moneda extranjera por casi US$ 6.600 millones en los próximos tres meses, la corrección cambiaria se vuelve necesaria e ineludible independientemente de quien sea electo presidente, tanto para apuntalar morigerar el egreso de divisas a través del mercado oficial, como para sentar las bases para la renegociación del acuerdo con el FMI, incluyendo la llegada de los desembolsos remanentes”.

En caso de una victoria de Massa Equilibra espera que se profundice el desdoblamiento cambiario formal, es decir, un tipo de cambio diferencial que acelere la liquidación de exportaciones. “¿Cómo podría ser el ajuste cambiario bajo una potencial presidencia de Milei? Más allá de si finalmente pueda implementar su proyecto de dolarización y cierre del BCRA, creemos que el candidato libertario avanzaría con una rápida remoción de las restricciones cambiarias. Esta estrategia de shock podría lograr la unificación cambiaria, pero a costa un fogonazo inflacionario con fuerte deterioro socioeconómico”, comentaron.

Para Econviews con una devaluación moderada será imposible eliminar rápido las restricciones cambiarias. “Por ende tendremos un sistema lleno de intervenciones, con muchos tipos de cambio y sobre todo mucha discreción porque ni siquiera se va a poder normalizar el flujo, mucho menos el stock. Quizás la única ventaja sea que la brecha de 150% que rige hoy puede bajar unos puntos, pero que de todas maneras quedaría demasiado abierta”, advirtió la consultora de Miguel Kiguel.

“En Econviews creemos que, si Massa hace una devaluación moderada en diciembre, tendrá que hacer otra en marzo porque no juntará la cantidad de reservas que necesita la economía para empezar un proceso de normalización. En el caso de Milei nos preocupan dos cosas. Por un lado, el hecho de que insista con la dolarización que a nuestro juicio es casi imposible de implementar, aún en un ambiente político menos hostil al que creemos que enfrentaría. Por otro lado, seguimos pensando que para que un programa tenga éxito necesitará hacer un fuerte ajuste fiscal y eso necesita no sólo gobernabilidad sino experiencia de gestión, dos activos que Milei no posee”, sostuvo la consultora.